jueves, 27 de enero de 2011

EL CEREBRO ASOMBROSO Y SU DESARROLLO

Seguramente en algún momento de su vida usted ha escuchado decir que utilizamos únicamente el 10% de nuestros cerebros. Esta afirmación es errada. Puede que no estemos utilizando cada una de las 100 mil millones de neuronas que poseemos al mismo tiempo, pero cada una de ellas es, sin duda, importante. Nuestros cerebros no descansan nunca en el transcurso de nuestras vidas, ni siquiera cuando dormimos.
No podemos sacar o prescindir de, por ejemplo, un 30% de nuestro cerebro y continuar siendo los mismos. Podríamos recibir un trasplante de cualquier órgano, y continuaríamos siendo básicamente los mismos, a excepción de que nos hicieran un trasplante de cerebro (procedimiento que en todo caso, por ahora no existe).
Claro está que el cerebro siempre puede trabajar a una mayor capacidad, pero esto no quiere decir que un 90% esté “dormido”!!!
Durante ciertas etapas de la gestación el cerebro del feto genera 250.000 nuevas neuronas por minuto. Los bebés nacen con 100 mil millones de neuronas, pero solo una pequeña porción de estas están conectadas o “mielinizadas”. Durante la primera década de vida, el cerebro de un niño forma trillones de conexiones. Las experiencias vividas en esta época van a influir profundamente en la manera como el cerebro organiza sus conexiones. Dichas conexiones van a su vez a afectar profundamente nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y nuestro lenguaje. Nuestras experiencias van a terminar de moldear y esculpir el cerebro, porque nacemos con un cerebro aun inmaduro, que debe ser terminado fuera del vientre de nuestra madre y por ello es sumamente vulnerable al medio.
El desarrollo del cerebro de un niño de un año es especialmente rápido. A los tres años se han formado el doble de conexiones entre neuronas de las que posee un adulto. Entre los tres y los diez años se dan rápidos cambios en el desarrollo social, intelectual, emocional y físico. A pesar de que nuevas sinapsis (conexiones entre células) continúan formándose hasta el final de nuestras vidas, nunca se generan tanto como en esta etapa.
A los once años aproximadamente el cerebro comienza a “podar” la conexiones extras a paso rápido. De esta manera los circuitos se tornan más específicos y más eficientes. Las conexiones que se han estado utilizando repetidamente durante estos primeros años permanecerán, mientras que las que no se han usado serán “podadas”.
Entre la adolescencia tardía y hasta los veinticinco o veintiséis años se termina de desarrollar la corteza prefrontal, encargada de nuestras funciones ejecutivas. Por qué será entonces que la mayoría de edad es a los 18 años, si aún nos quedan varios años de “maduración” por delante?
Para que nuestro cerebro funcione adecuadamente necesita combustible (glucosa), oxígeno, y estimulación. Cuando las neuronas son estimuladas adecuadamente, funcionan mejor, y el cerebro está más activo y en disposición de aprender a lo largo de toda nuestra vida. Las mejores fuentes de estimulación son los vínculos sociales (somos gregarios por naturaleza), el ejercicio físico y el ejercicio mental.
Dra. Virginia Rojas Albrieux
Psicóloga Pontifica Universidad Javeriana
Especialista en Neurofeedback- EEG Info

No hay comentarios:

Publicar un comentario