Su cuerpo no sabe la diferencia entre las cosas que usted imagina y las cosas que realmente experimenta. Para verificar esto, usted puede por ejemplo recordar (imaginar) una escena de una película de terror que haya visto, y podrá notar como el ritmo de su corazón se acelera. O al contrario, puede ensayar imaginar que se encuentra en una hermosa playa en un cálido día, disfrutando del sol, y su cuerpo comenzará a relajarse y su respiración desacelerará.
Los seres humanos constantemente estamos hablándonos a nosotros mismos, y el contenido de dicho dialogo interior es generalmente negativo. Solemos engancharnos en un constante parloteo lleno de consejos, deseos, críticas, etc., y luego de habernos dicho algo lo suficiente, terminamos creyéndolo.
Rara vez nos detenemos a cuestionarnos acerca de nuestros propios pensamientos, y nuestras emociones usualmente le hacen el acompañamiento. Los pensamientos muchas veces se nos vuelven “profecías autocumplidas” o “sesgos confirmatorios”.
El primer paso para reconocer sus pensamientos automáticos negativos es identificarlos en situaciones específicas. ¿Tienen un patrón específico?, ¿un estilo?, ¿suelen ser persistentemente exagerados o distorsionan la situación? suele culparse a usted mismo con frecuencia frente a una determinada situación?
La próxima vez que usted este frente a una situación dentro de la cual siente que va a explotar: Pare, respire profundamente, suelte la tensión de su cuerpo, y reflexione: ¿Qué está pasando? ¿Porqué estoy tan estresado? ¿Es esto realmente un asunto “de vida o muerte”? ¿Qué es lo peor que podría suceder en esta situación? ¿Preocuparme solucionará algo? Tome conciencia de cómo estos pensamientos automáticos negativos son con frecuencia exagerados o irracionales. Estos pensamientos automáticos negativos se le llaman dentro de la psicología positiva “distorsiones cognitivas”. Hay muchas clases de distorsiones cognitivas. Las más comúnes son:
-“Todo o nada”: Es cuando evaluamos las situaciones en forma extremo, en “blanco y negro”. Es la base del perfeccionismo, donde cualquier error o imperfección es interpretado como un signo de fracaso total.
-“Sobregeneralización”: Tuvimos una entrevista de trabajo que no resultó en una oferta, y esto nos genera miedo a toda una vida de desempleo.
-“Filtro mental”: Se enfoca en un detalle negativo dentro de una situación, y percibe toda la situación como negativa.
- Tendencia a transformar experiencias que son neutrales o incluso positivas en negativas.
-“Sacar conclusiones”: Puede ser que se anticipe a que las cosas van a resultar de forma negativa, como si usted tuviese “facultades adivinatorias” o asume que alguien está reaccionando negativamente a usted sin verificar, como si pudiese “leer la mente”.
-“Las afirmaciones con “Yo debería”, “El debería”, etc. nos generan resentimiento, presión, y nos desmotivan.
Etc., etc., etc.
Cada vez que usted se haga consciente de que surgen estas creencias irracionales, o pensamientos ilógicos, desafíe estos patrones y “deles la vuelta”, rételos, confróntelos, póngalos en perspectiva, aterrice estos pensamientos y dese cuenta que son distorsiones o exageraciones de la realidad. Al cambiar nuestros pensamientos automáticos negativos estamos cambiando también nuestro estado de ánimo, nuestros sentimientos, así como también nuestra fisiología y comportamiento.
MÉTODO OTHMER DE NEUROFEEDBACK Dirigido por la Dra. Virginia Rojas Albrieux, Psicóloga, especialista en Neurofeedback. Tratamientos No Invasivos para ansiedad, depresión, rendimiento óptimo, déficit de atención, rendimiento escolar,hiperactividad, insomnio, espectro del autismo, estrés, migraña, trauma craneoencefálico, fibromialgia, epilepsia, estrés postraumático y otros.
jueves, 9 de septiembre de 2010
Los Pensamientos Automáticos Negativos
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