viernes, 8 de enero de 2016

6 Estrategias para Fortalecer nuestro Cerebro y Prevenir los daños del Estrés

El estrés es una situación natural en nuestras vidas. Un poco de estrés puede ser incluso de ayuda para sostener la motivación, e influenciar la productividad y el éxito. Pero el estrés excesivo y/o permanente puede tener un impacto negativo significativo si no aprendemos a manejarlo adecuadamente. A largo plazo, incluso nuestros cerebros se ven afectados.

El estrés puede desarrollar depresión y un aumento del riesgo de desarrollar Alzheimer y declive cognitivo temprano en general. Esto se debe a que el estrés activa una “alarma”que dispara en nuestro organismo una condición fisiológica particular – la respuesta de lucha o huida. Cuando estamos en lucha o huida se aumenta la producción de adrenalina y cortisol (hormonas) las cuales aceleran la frecuencia cardíaca,  elevan el metabolismo y la presión arterial, incrementan la atención y la respuesta inmunológica y anti inflamatoria y disminuyen la sensibilidad al dolor. Todo lo anterior es positivo si nos encontramos frente a una situación donde estamos buscando sobrevivir, o estamos en“modo de emergencia”.  Por ejemplo, si alguien nos va a agredir físicamente, necesitariamos salir corriendo y todos estos mecanismos se dispararan, para nuestra ventaja. Pero cuando la situación estresante se acaba, el cuerpo idealmente necesita volver a niveles “normales”.
Ahora bien, si estamos sometidos a estrés constante, el cuerpo no tiene posibilidad de restablecerse, y por ello los niveles de cortisol y adrenalina se sostienen, causando desbalances en el azúcar en la sangre y presión alta, dañando el tejido muscular, la densidad osea, la respuesta inmunológica e inflamatoria, y la formación de nuevas neuronas en el hipocampo (parte del cerebro responsible de codificar nuevos recuerdos, situación que afecta nuestra memoria). Cuando el estrés es excesivo, se pierde flexibilidad mental y nos cuesta más trabajo encontrar soluciones, hacer cambios, etc. A esta situación se le denomina “burnout”- se trata de un desgaste donde la persona se siente desmotivada y exhausta mentalmente.
Hay algunas estrategias sencillas que pueden ser aplicadas a la cotidianidad para lidiar efectivamente con el estrés y desarrollar una mayor resiliencia a nivel emocional. Esto nos ayudará a desempeñarnos mejor y a proteger nuestro cerebro de daños que puede causarle el estrés en el largo plazo. Cuáles son?:
o   Hacer ejercicio: El ejercicio ayuda a generar nuevas neuronas y conexiones cerebrales, promueve una buena calidad del sueño, reduce la depresión y mejora la confianza en uno a través de la producción de endorfinas – hormonas que producen sensación de bienestar.

o    Practicar relajación: La meditación, el yoga, salir a caminar al parque, o cualquier cosa que ayude a aquietar la mente, ayudará a bajar la presión arterial, la frecuencia respiratoria, el metabolismo, y la tensión muscular. El contacto con la naturaleza tiene un impacto restaurador en la reducción del estrés y la función cognitiva.

o   Social­izar: Sostener relaciones sociales estimulantes es crítico para nuestra salud mental y física. Cree para usted un ambiente sano, invite a familiares y amigos, y comparta con su mascota para combatir el estrés y ejercitar su cerebro.

o    Tome el control: Empodérese. Tomar control sobre sus propios asuntos puede ayudar a reducir el estrés. No hay nada peor que evadir o evitar situaciones ya que esto genera incertidumbre – la sensación psicológica más desencadenante de estrés que pueda haber.

o  Ríase: La risa – comprobado científicamente – reduce el estrés y el daño que este causa al cerebro. Desde pensar en algo gracioso hasta divertirse con amigos funciona!

o Piense positivo: Cambie su manera de ver las cosas hacia un enfoque más constructivo. Reconozca las cosas buenas que sí tiene en su vida. Practique la gratitud. Estas costumbres mejoraran su habilidad para manejar el estrés y edificarán un cerebro más resiliente.


Convivir con altos niveles de estrés puede tener un impacto profundamente negativo sobre nuestra salud psicológica, fisiológica, y particularmente sobre nuestra salud cerebral. Si bien no podemos cambiar muchas veces lo que sucede afuera en el mundo, sí podemos manejar la manera cómo reaccionamos o abordamos estas. El aprender a manejar el estrés y a dominar nuestras emociones a través de cambios en nuestro estilo de vida y el uso de técnicas sencillas dirigidas a reducir el estrés apoyará su salud cerebral, mejorará su resiliencia emocional, y disminuirá el impacto del declive cognitivo.

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